Volviendo la mirada atrás, revisando muchas de las series fotográficas que he ido trabajando en estos años, he constatado la existencia de un hilo conductor que es el motor de mi facinacións por descubrir estas imágenes y he encontrado en el término Fotografía Accidental un ”título” que puede aclara este camino.
En primer lugar el “Accidente” es sin duda el primer elemento de fascinación.
El “Accidente” bien definido por mi amigo Marino como “suma o cúmulo de hechos que sin una relación Lógica se suman con el pasar del tiempo”.
Lejos de entender el Accidente como un tropiezo fotográfico, es en este caso Accidente el Objeto fotografiado, cúmulo de vivencias, acciones y reacciones tantos humanas como ambientales o sociales que transforman la materia, trasforman y moldean el Objeto fotografiado.
Este acúmulo caótico es que llama potentemente la atención.
Tampoco es meno fascinante, para mi, el carácter efímero del Objeto Accidental fotografiado, por su constante transformación y como éste pueda perder totalmente de fuerza o de interés en el instante siguiente de existir, sea solo por un repentino cambio de luz.
Y en este caso todavía más importante es lo que Marino llama “L' incontro”, el Encuentro, el encontrarse en frente a tal acúmulo caótico. “L'incontro è in casus belli, accidente che mette in moto, la scintilla che da fuoco alle polveri. Senza questo quell'accumulo sarebbe morto, non troverebbe spazio per " essere". El encuentro es in “casus belli”, accidente que da el arranque, la chispa que da fuego a la pólvora. Sin éste aquel acúmulo estaría muerto, no tendría espacio para “ser”.
Y al final de este camino, el valor de saber reconocer en este acúmulo un valor y el saber “ver” como valor.
Accidente, Encuentro, saber Ver son lo que ,a mi manera de ver, definen el término Fotografía Accidental.
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